Para un estudio bíblico, es importante navegar por sus orígenes e ir más allá. Estaremos estudiando un poco sobre el Canón bíblico y los libros apócrifos, los cuales han persistido por siglos y nos han ayudado ha interpretar el personaje de Jesucristo y Pablo. Personajes claves para el desarrollo del cristianismo. Adjunto a estos temas están incluidos los celtas al lector cristiano en este mundo neotestamentario.
La importancia de conocer la biblia nos ayudará a comprender mejor el recorrido y los temas que este blog toca. En este video basicamente que es la biblia para todo lector ya con conocimiento de la misma o no. Simplemente es una ayuda e introducción a los siguientes temas en base a la misma, la formación de la biblia.
"El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.
Eclesiastés 12:13
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I. ¿Qué es el Canon
bíblico?
Por Canon Bíblico se entiende la
lista oficial de los libros tenidos por la Iglesia como inspirados. En este
sentido, el Canon Bíblico ha alcanzado una importancia grandísima en la
reflexión teológica y la fe de la Iglesia. Sin embargo, este uso semántico no
se remonta más allá del Concilio de Laodicea (s.IV). La expresión canon ya había
hecho su entrada en el vocabulario cristiano por obra de Pablo (Gal. 6,16; Fil.
3,16; 2Cor 10,12.15.16) con un sentido bien diferente. No obstante, desde el
siglo IV el concepto de canon que se ha impuesto en teología, ha sido el que se
contiene en el binomio canon bíblico como expresión técnica que designa el
conjunto canónico de los libros sagrados. No obstante, el canon es una realidad
mucho más amplia, y afecta a ámbitos estructurales de la Iglesia. Para que se
comprenda mejor la naturaleza peculiar del canon bíblico, enfocamos el tema
desde el valor más abarcante que supone la realidad genérica del canon en la
Iglesia, como la parte de una totalidad armónica y equilibrada, cuya alma es el
canon. Y dentro del mundo específico de la Biblia, el Canon de las Escrituras.
Canon es una palabra que cuenta con
una diacronía semántica muy compleja. El sentido etimológico de la expresión
acádica knh (caña o junco), pronto sirvió para significar la vara
de medir o simplemente cualquier medida.
El original semítico pasó a Grecia bajo la
forma de kanon y se convirtió en una de las palabras semitas de uso
más universal en toda la cultura occidental. En griego, pierde su connotación
etimológica -caña de medir- y mantiene el valor esencial de medida física. Ese
uso primario del mundo de las medidas físicas se amplía luego al orden de las
realidades humanas. Entonces canon significó simplemente
"modelo". En un principio tal uso se ciñó al ámbito de la belleza
artística, especialmente del orden plástico. Policleto, con su famosa estatua
del Doríforo, estableció el modelo definitivo de escultura. Pero ya antes de la
aplicación del término concreto a la escultura, el concepto existía en el
ámbito de la literatura, donde Homero fue siempre considerado como el modelo
por excelencia, y el auténtico y primer canon literario.
II. El primer canon cristiano:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsYg3XAuPhQ3NxKfKQcyImzaCeKHgWyrcMXH3hGf_9-rerEbTKgkds-OXeJ7MzCeUIX5Uu_yPreBUMZLe0sm_yqNYLY9Nu7ztaq40FuQjPGutrnrpRBYDzBCyzKf1SjZoKbclkSGWRo8ZD/s200/San_Pablo.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHKx6WFYENgvSQwdnUmHKSIXi2TTl1eKp5ZMtYoxCkHgcMImEJyP1PtNfMjV0HcxZyOz_kEAGy7llV-2I3YibMM_U4459AfjgSuJ1Z85cxoR2yz-YHlExRNjDFSLs1dPtNevriljOzp3Gu/s200/viajes-misioneros-pablo.jpg)
III. El canon antes del canon:
En el múltiple uso patrístico del concepto
de canon, no aparece en los siglos I-III la aplicación del mismo al ámbito
bíblico. Esto se verificó en el siglo IV por una serie de circunstancias
convergentes que configuraron la expresión y el respectivo concepto. Ante todo,
influía la tradición del AT que no utilizó la expresión canon, para
referirse a la Escritura. Lo cual no quiere decir no tuviera su propia canónica bíblica.
En realidad el pueblo israelita tuvo una normativa clara que lo medía y lo
regulaba todo, en última y definitiva instancia. Era la Palabra de Dios. En un
principio, la religión israelita no se preocupó explícitamente de elaborar la
lista de sus libros oficiales. Al final del AT diversas circunstancias hicieron
necesaria una toma de posiciones sobre el particular. Una muy importante fue la
proliferación de la literatura apócrifa.
A la literatura clásica más o menos
definitivamente editada en el período exílico y postexílico, se añadió una
producción abundante de textos religiosos. La segunda causa fue la
proliferación de las sectas judías a partir del alzamiento macabeo. Cada una de
estas sectas tenía sus propias ideas acerca del Canon: los Saduceos no admitían
más que el Pentateuco de Moisés (como los Samaritanos); los Fariseos admitían,
además, todo el resto de la literatura profética y sapiencial con la misma fe
en un origen divino; otras sectas, como los qumranitas, admitían también el
origen inspirado de los libros de su secta. Pero ni siquiera entre los mismos
fariseos era unánime el parecer sobre el ámbito de los libros sagrados
posteriores a la colección mosaica. En efecto, mientras los fariseos palestinos
entendían de un modo el ámbito del Canon, los judíos de la diáspora alejandrina
lo entendían de una manera más amplia.
La situación confusa en que se encontraba
el judaísmo en la época intertestamentaria se fue poco a poco clarificando. En
una fecha difícil de precisar, a fines del siglo 1, se llegó a un consenso
judío que adoptaba como Canon de las Escrituras. Una fecha decisiva para que
los judíos concentraran su atención en la Escritura fue, sín duda, el año 70
cuando tuvo lugar la destrucción de Jerusalén con la pérdida de casi todas las
instituciones sagradas. En aquel desastre colectivo, los judíos quedaron con la
Escritura como único patrimonio nacional, y único vínculo espiritual entre
todos los supervivientes de la gran destrucción. Esta nueva situación obligó a
las escuelas rabínicas a concentrar su atención en la Escritura. Y en este
interés por la Biblia, un área de gran urgencia era la fijación del Canon. Una
tradición de dudosa historicidad colocó en el sínodo de Yamnia (entre los años
95 y 100) la fijación del canon israelita, en los siguientes términos: La LEY,
con los cinco libros del Pentateuco; LOS PROFETAS, subdivididos en dos
secciones: Profetas anteriores, a saber: Jos., Jue., 1-II Sam., 1-II
Re., y Profetas posteriores: Is., Jer., Ez., Os., Joel, Am., Abd.,
Jon., Nh., Sof., Ag., Zac., Mal., HAGIOGRAFOS o Escritos sagrados: Sal., Job.,
Pro., Rut., Cant., Ecle., Lam., Est., Dan., Es., Neh., 1-II Cro., en total 39
libros. Estos libros fueron denominados en terminología cristiana,
PROTOCANÓNICOS o del primer Canon.
Así fue como el pueblo de Israel elaboró la
lista de sus libros sagrados, sin utilizar para nada el vocablo canon.
IV. Los primeros libros cristianos:
Si a fines del siglo 1 no había entrado en
el vocabulario judío la expresión canon, tampoco el cristianismo se servía de
la palabra canon para señalar la normatividad de la Escritura, y la lista de
sus libros. Pero en la Iglesia actuaba una fuerte convicción, correspondiente a
la fe israelita en el absoluto de la Palabra de Dios. Era su fe en la persona
de Cristo. Para la Iglesia naciente, el advenimiento de Cristo fue un hecho de
suma importancia, incluso en el orden canónico. Para ella Jesús significaba el
cumplimiento de todas las esperanzas del AT. El era la palabra total del Padre,
el Mediador de una Nueva Alianza, el Sacerdote nuevo y supremo, el sacrificio
perfecto, el portador de la Ley Nueva. Todo esto trajo una especie de nuevo comienzo. Como la palabra de Dios
era en el AT la realidad absoluta, en el NT el hecho absoluto era Cristo. Este
hecho absoluto, se fragmentó muy pronto en diversas direcciones. Una de ellas
consistió en la convicción de que los escritos sobre Jesús, compuestos por los
testigos auténticos del mismo, eran textos normativos. En efecto, ya desde los
primeros decenios del Cristianismo, muchos habían intentado escribir una
historia de los hechos y dichos de Jesús (Lc. 1,1). Así se originó una
literatura cuyo referente nuevo era Cristo. De entre estos textos cristianos,
la Iglesia procedió a realizar una selección como regla básica de fe, de
predicación y de lectura litúrgica. Así se confeccionaron las primeras listas
de escritos cristianos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzBJT17lSNWdsS3irbnEQy0BTvrkEz3nZN9s_dKLuj2tumlbSnCTG6A1b6w0YLPiL-Iqo8XptrN8oc6BfbEtCEwdG56mUY-FxWfgbc4n4WOB8Db7EcQHsd70IyoG_QVJA9iSpuqMwtpMs3/s200/biblia-sagrada-aa.jpg)
Donde primero se llevó a cabo dicha
selección y codificación fue en Roma como lo atestigua el famoso Canon de
Muratori de fines del s. II descubierto el año 1740. Este documento divide
la literatura cristiana primitiva en cuatro series: a) Libros tenidos como
sagrados por todos y como tales leídos públicamente en las Iglesias. En esta
serie se mencionan los 4 Evangelios, 13 de San Pablo (falta
Hb), de los Católicos, sólo 1-l1 Jn., Jud.; probablemente las dos de Pedro y
el Apoc.; b) Libros no tenidos por todos como sagrados y que, en
consecuencia, no deben ser leídos públicamente en las Iglesias (Apoc. de San
Pedro); c) Libros de lectura privada, que no es lícito leer en las
Iglesias (Pastor de Hermas); d) Libros que la Iglesia no puede recibir (literatura
apócrifa y gnóstica). El canon como hecho existía ya en la Iglesia, mas no la
palabra.
V. Un nuevo comienzo:
Cuando la Iglesia empezó a intervenir
declarando autoritariamente cuál era la lista auténtica de los libros sagrados,
sucedió algo nuevo, que no se había dado en Israel. La sinagoga no actuó
fijando el canon del AT. El hecho tenía alguna lejana analogía en la canónica
griega de la ley, cuando la autoridad establecía determinadas normas éticas. En
efecto, la autoridad eclesiástica decidió por el recurso a la tradición cuáles
eran los libros en los cuales se contenía la fe apostólica de la Iglesia; pero
no expresó todavía su teología en vocabulario de canon. La novedad se
dio en el Concilio de Laodicea (360). Un "canon" del concilio llamó
"canónicos" a los libros de la Escritura. En el can. 59 se habla de
libros que ya son "canónicos" y se los opone a otros
"privados" (salmos). Son libros públicamente leídos como Escritura en
la liturgia. En esta primera etapa, "canónico" no significa
"conforme a un canon", puesto que tal canon aún no existe. Su sentido
es: "público", "auténtico", o "verdadero" en el
sentido de "libros tenidos por sagrados". Pero a partir del Concilio
-que en el can. 60 elabora una lista de tales libros- el sentido tiene un matiz
semántico distinto. Tras el pronunciamiento doctrinal del Concilio,
"canónico" significa "conforme al canon" promulgado por el
mismo. En Laodicea, nació una realidad nueva; es el canon bíblico. A partir
de este momento, ya no se podrá soslayar la existencia de un canon bíblico autoritativo,
fijo, clausurado, de los libros sagrados del AT y del NT. Es en este momento
histórico cuando la Biblia, que ya se llamaba Libro Sagrado y Escritura
inspirada, empezó a ser un texto canónico.
En Laodicea surgió un fenómeno nuevo. La
tradición bíblica del AT establecía la base teológica por la cual la Biblia era
normativa. Era su constitutivo de palabra de Dios. Grecia ofrecía un
vocabulario culto referente a la normatividad de ciertas realidades. Era la
palabra canon.Laodicea, actuando en virtud de la autoridad de la Iglesia
determinó cuáles eran los libros que, por ser palabra de Dios, eran canónicos.
Así surgió el triángulo que forma el concepto cristiano del canon bíblico: a)
La palabra de Dios; b) La autoridad de la Iglesia; c) El
concepto griego de canon, cristianizado por Pablo.
“El conocimiento mejor y más explícito
del amor de Dios, se obtiene de la Biblia.”
VI. ¿Cómo se dividen los libros canónicos?:
Los 73 libros inspirados o canónicos de la
Biblia se dividen en:
a) Protocanónicos: son aquellos libros que fueron y son considerados inspirados, sea por la religión judía, sea por la católica, como también por las Iglesias protestantes. Es decir, que su inspiración no ha sido puesta en duda por ninguna Iglesia.
b) Deuterocanónicos: son aquellos libros de la Biblia de cuya inspiración se dudó algún tiempo o por alguna Iglesia en particular.
Son siete libros deuterocanónicos del Antiguo Testamento:
a) Protocanónicos: son aquellos libros que fueron y son considerados inspirados, sea por la religión judía, sea por la católica, como también por las Iglesias protestantes. Es decir, que su inspiración no ha sido puesta en duda por ninguna Iglesia.
b) Deuterocanónicos: son aquellos libros de la Biblia de cuya inspiración se dudó algún tiempo o por alguna Iglesia en particular.
Son siete libros deuterocanónicos del Antiguo Testamento:
- Tobías
- Judit
- Sabiduría
- Judit
- Sabiduría
- Eclesiastés
- Baruc
- 1 y 2 Macabeos
- Algunos fragmentos de Daniel y Esther.
*Los protestantes no aceptan estos libros *
También son siete deuterocanónicos del Nuevo Testamento:
-Carta a los Hebreos,
-Carta de Santiago
- 2 de Pedro
- 1 y 2 Macabeos
- Algunos fragmentos de Daniel y Esther.
*Los protestantes no aceptan estos libros *
También son siete deuterocanónicos del Nuevo Testamento:
-Carta a los Hebreos,
-Carta de Santiago
- 2 de Pedro
-2 y 3 de Juan;
-Apocalipsis;
- Más algunos versículos de los evangelios: Mc
16, 9-20; Lc 22, 43; Jn 8, 1-11.
¿Cómo se formó el Canon del Nuevo
Testamento?
Todos, católicos y protestantes, aceptan como inspirados los 27 libros del Nuevo Testamento. Pero, ¿cómo se formó este Canon?
Podemos decir que fue gradualmente:
a) Los apóstoles, después de la ascensión de Jesús, cumplieron su mandato de “Id a todo el mundo” (Mc 16, 19). Entonces no había nada escrito de la vida y doctrina de Jesús. Todo era predicación oral, según el recuerdo de los apóstoles.
b) Los primeros escritos sobre la doctrina de Jesús son algunas cartas de san Pablo. Estamos en los años 40.
c) Luego se hizo necesario poner por escrito la predicación de los apóstoles, para conservar el tesoro de la buena nueva de Jesús. Nacieron así, poco a poco, todos los escritos del Nuevo Testamento. Se escribieron también otros escritos piadosos sobre Jesús, poniendo falsas firmas. La Iglesia entonces definió el Canon: como hemos dicho el primer canon del Nuevo Testamento fue aprobado en el Concilio de Hipona (393) y fue definido en el Concilio de Trento (1546).
Todos, católicos y protestantes, aceptan como inspirados los 27 libros del Nuevo Testamento. Pero, ¿cómo se formó este Canon?
Podemos decir que fue gradualmente:
a) Los apóstoles, después de la ascensión de Jesús, cumplieron su mandato de “Id a todo el mundo” (Mc 16, 19). Entonces no había nada escrito de la vida y doctrina de Jesús. Todo era predicación oral, según el recuerdo de los apóstoles.
b) Los primeros escritos sobre la doctrina de Jesús son algunas cartas de san Pablo. Estamos en los años 40.
c) Luego se hizo necesario poner por escrito la predicación de los apóstoles, para conservar el tesoro de la buena nueva de Jesús. Nacieron así, poco a poco, todos los escritos del Nuevo Testamento. Se escribieron también otros escritos piadosos sobre Jesús, poniendo falsas firmas. La Iglesia entonces definió el Canon: como hemos dicho el primer canon del Nuevo Testamento fue aprobado en el Concilio de Hipona (393) y fue definido en el Concilio de Trento (1546).
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Los Apócrifos
Originalmente se llamaban apócrifos
aquellos libros sagrados cuyo contenido era demasiado sublime para que lo
comprendiera el público en general. Pero el término "apócrifo" fue
tomando un matiz peyorativo, pues con mucha frecuencia resultaba discutible la
ortodoxia de estos libros.
Dado que estos libros secretos eran a
menudo escritos por herejes, los Padres de la Iglesia llegaron a aplicar el
término "apócrifo" a las obras heréticas. Su lectura no estaba
permitida en las iglesias.
En tiempos de San Jerónimo (c.400),
el término "apócrifo" adquirió un nuevo sentido. Desde entonces se
llaman apócrifos los libros que pretenden ser revelados pero que no forman
parte del canon
bíblico.
Los católicos consideran como
"apócrifos" los libros pertenecientes al período bíblico o que
pretenden pasar como pertenecientes al mismo, pero que no han sido aceptados
por la Iglesia en el canon de las Sagradas Escrituras. Entre ellos hay
evangelios pseudónimos que llevan nombres de personajes famosos de la Iglesia
primitiva (de La Virgen María, Apóstoles, Nicodemo, etc.). Otras veces, el
título se refiere al contenido de la obra (Evangelio de la Verdad) o a su
origen (evangelios atribuidos a Marción, a Cerinto).
Estos evangelios pertenecen a distintas
categorías y tratan de varios temas. Uno de los favoritos temas de los círculosgnósticos es
una aparición de Jesús resucitado a algún personaje famoso de la Iglesia, a
través del cual Jesús revela un camino secreto de perfección. Por regla
general, la revelación tiene poca semejanza con el pensamiento de Jesús que nos
presentan los evangelios canónicos.
Otros libros apócrifos buscan suplir por
los detalles de la vida de Jesús que no aparecen en los Evangelios canónicos.
La curiosidad de la gente hace que estos sean muy populares. (Brown, R. :
Apócrifos: CBSJ V, 101-102; 122).
Lutero eliminó varios libros de la Biblia
con el pretexto de que los consideraba "apócrifos". Es
por eso que a la Biblia protestante le faltan libros.
Durante algún tiempo, varios de esos
escritos fueron tenidos como canónicos por comunidades o grupos del judaísmo o
del cristianismo. Más aún, algunos
de ellos dejaron su huella en textos y celebraciones litúrgicas y en la piedad
popular. Si bien muchos textos apócrifos permearon
ciertos aspectos de la liturgia y de la piedad de los fieles cristianos, las
Iglesias cristianas históricas tienden a considerar que los materiales
apócrifos en general no aportan contenidos de relevancia para la fe de los
creyentes. Sin embargo, los estudiosos y especialistas de las propias Iglesias
consideran que el estudio de los evangelios apócrifos puede ser útil para
conocer el pensamiento y la forma de expresión de la fe que tuvieron ciertos
grupos judíos, cristianos o sectarios en momentos específicos de la Historia.
Codex II de los Manuscritos de Nag
Hammadi, con el colófon del Libro Secreto o Apócrifo de Juan (Kataïiôannên
n apokryfon) y el comienzo delEvangelio según Tomás.
Papiro de Oxirrinco Es un fragmento de papiro con
dichos o pronunciamientos (logia) escritos en griego que el autor pone en
labios de Jesús. Fue descubierto por Grenfell y Hunt en 1897
y está datado de la primera mitad del siglo III.1 Se
considera una sección del apócrifo evangelio de Tomás.
LOS 10 LIBROS APÓCRIFOS NO INCLUIDOS EN
LA BIBLIA
10- Apocalipsis de Pedro:
El Apocalipsis más
conocida (libro que describe las visiones de los últimos tiempos) es, por
supuesto, el libro de Apocalipsis (Revelación), pero estaba lejos de ser el
Apocalipsis sólo siendo ampliamente leído por los primeros cristianos. Uno de los más populares y ampliamente citado es el Apocalipsis de
Pedro. Este libro fue escrito como una conversación entre Jesús y sus
seguidores. Básicamente, se describen todas las cosas horribles que suceden en
el infierno y todas las cosas increíbles que suceden en el cielo. Es muy
detallada acerca de qué castigo se ajusta para los que actúa la delincuencia en
el infierno. Los que son una blasfemia a Dios están colgados por la lengua, los
hombres y las mujeres adúlteras se cuelgan por los cabellos y los pies, respectivamente,
durante pegote de ebullición, y los asesinos son arrojados a un pozo de
horribles cosas que se arrastran. Mientras tanto los que van a cantar la música
el cielo hermoso, tiene hermosos cuerpos con la piel muy, use ropa brillante y
olor agradable.
9- La Epístola de Bernab:
La Epístola de Bernabé
es un libro escrito entre el 70 y el 130 dC. Sabemos
por el contenido que fue escrito después de la destrucción del templo judío,
pero antes de la rebelión judía en el año 132. Se atribuye a menudo a Bernabé
el compañero de Pablo, pero es posible que hace referencia un Bernabé
diferentes. Este libro se sitúa de lleno en los debates de la época sobre la
relación del cristianismo con el judaísmo. Se rechaza el valor de las
enseñanzas anteriores en el judaísmo y rechaza todos los aspectos ceremoniales
del judaísmo. La Epístola establece interpretaciones completamente diferentes
de la Torá que dice el punto a la validez del cristianismo. La Epístola de
Bernabé cita una gran parte del Antiguo Testamento, incluyendo a Enoc, uno de
los libros más fascinantes no incluidos en el Antiguo Testamento, pero eso es
para otra lista.
8- Evangelio de la
infancia de Santiago:
Sabemos por varias
referencias tempranas que los cuatro evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan)
se han asentado en principios de la historia cristiana, mucho antes que los
otros 23 libros. Sin embargo, esto no impidió que la
creación y difusión, incluso generalizada de otros evangelios. El interés en la
vida de Jesús era comprensible intensa en el mundo cristiano. Todo un género del evangelio se ha creado
específicamente frente a la infancia de Jesús, llamado apropiadamente los
evangelios de la infancia. Uno de los más famosos es el Evangelio de la
infancia de James. Este libro da fe de la importancia de María a los primeros
cristianos. En él se describe su nacimiento único, su adolescencia y, por
supuesto, los primeros años de la vida de Jesús. Se hace afirmaciones acerca de
la virginidad perpetua de María y la participación de Dios en la elección de
José. El libro describe en detalle matanza de Herodes de los niños en Belén, el
exilio a principios de Jesús en Egipto y en la medida de la naturaleza paralela
de Jesús y Juan el Bautista vidas. El libro es también la fuente de la imagen
de la Natividad que tiene lugar en una cueva.
7- Pastor de Hermas;
Probablemente uno de
los libros más oscuros a los lectores modernos, este libro tuvo gran influencia
en los dos primeros siglos del cristianismo. Hubiera sido un libro muy conocido
a los primeros cristianos. Parece que ha sido muy popular en los siglos 2 y 3,
pero su popularidad se había extinguido casi en su totalidad por el cuarto. El
Shepard fue referenciado por muchos Padres de la Iglesia como Orígenes,
Tertuliano, Ireneo y Clemente de Alejandría. El Shepard también fue muy
controvertida en su época. Fue utilizado como escritura por algunas iglesias
tempranas y despreciado por otros. Orígenes cita como escritura, pero
Tertuliano y Clemente de Alejandría lo consideran como una herejía. No
obstante, fue muy influyente para muchos y por lo tanto debe tenerse en cuenta.
El Pastor de Hermas es un libro alegórico escrito en su mayoría en la primera
persona en describir las visiones de Hermas, un antiguo esclavo. También
incluye 12 mandamientos y las parábolas 10 mayoría se ocupan de la ética
cristiana y la importancia de ser fiel.
6- 1 Clemente:
Primera Clemente es
una de las dos cartas (una vez más a la iglesia en Corinto) atribuye al Papa
Clemente de Roma. La primera de ellas es realmente cree por muchos estudiosos
como uno de los pocos no-canónico primeras obras cristianas que han sido escritos
por el autor atribuye. Esto por sí solo hace que sea una rareza entre los
primeros textos cristianos. Estaba bien considerado en el momento y lo hizo en
varias listas a finales de importantes textos cristianos. Junto con la Didaché,
que es uno de los primeros libros escritos que finalmente no pudieron hacerlo
en el Nuevo Testamento, está fechado en torno al 95 dC. El libro en sí se
centra principalmente en una controversia en la Iglesia de Corinto sobre la
eliminación de varios líderes de la iglesia, un retiro que los objetos de
Clemente.
5- Evangelio de Tomás:
Uno de los más famosos
libros no incluidos en el Nuevo Testamento es el Evangelio llamado de Tomás. El
Evangelio de Tomás no es un libro que se transmite a través de las edades, pero
fue redescubierto como parte de la Biblioteca de Nag Hammadi en 1945. No
tenemos evidencia de que fue muy leído por los primeros cristianos y las pocas
referencias que se han se refieren a ella como una herejía. El Evangelio de
Tomás es interesante porque es diferente en estructura de los cuatro evangelios
tradicionales, sino que es una colección de dichos atribuidos a Jesús en lugar
de una narración de la vida de Jesús, que incluye algunas de sus enseñanzas. El
Evangelio de Tomás ha sido uno de los libros más estudiados no incluidos en el
Nuevo Testamento a causa de la forma en que fue redescubierta y la naturaleza
interesante de su contenido. A diferencia de los evangelios narrativas de este
libro no menciona la muerte y resurrección de Jesús, pero se centra más bien en
sus enseñanzas y la forma en que conducen a la vida eterna, cuando es bien
entendida.
4- La Didaché:
La Didaché o “La enseñanza del Señor de los doce apóstoles”, es uno de mis
favoritos personales. La Didaché es básicamente un conjunto de instrucciones
paso a paso para una vida cristiana. La primera sección es sobre cómo los
cristianos deben aplicar los mandamientos de Dios. La segunda sección trata con
los sacramentos (Bautismo, Eucaristía y en ayunas). La tercera sección es sobre
la estructura de la Iglesia. La Didaché se consideraron para su inclusión en el
Nuevo Testamento por algunos en los primeros días de la Iglesia Cristiana. Es
fascinante preguntarse cómo este libro habría afectado a las divisiones en la
iglesia que se presentaron durante los próximos 2000 años. Los argumentos sobre
el Bautismo y la Eucaristía, que eran los principales puntos de división se han
alterado drásticamente si este texto se han incluido. Disponer de un reglamento
para estos ritos más importantes incluidos en el canon podría haber evitado
algunos de los más drásticos se divide, o ha sufrido otras peores.
3- Epístola
perdida a los Corintios:
1 ª y 2 ª Corintios,
por supuesto, piedras angulares más importantes de las epístolas de Pablo en el
Nuevo Testamento. Estas cartas son la base de una gran cantidad de la ética
cristiana y la importancia de Pablo, pero había otras cartas entre Pablo y la
Iglesia de Corinto. El primero fue escrito al parecer antes de 1 Corintios y se
hace referencia por Pablo en 1 Corintios 5:9 “, escribí a usted en mi
(anterior) la carta de no asociarse con personas que cometen inmoralidades
sexuales.” No tenemos evidencia de esta carta fuera de esta referencia . Sería
fascinante ver lo que Pablo tuvo otra correspondencia con los corintios, pero
este es uno que es probable que perdió para siempre.
2- Tercera carta a los Corintios:
La segunda es la
tercera epístola a los Corintios. Esta carta ha sobrevivido y estaba incluido
en algunas listas de los primeros documentos sagrados, sino por el siglo cuarto
no se consideró válido. A diferencia de las epístolas de 1 º y 2 º, se
considera por la mayoría para ser escrito por alguien que no sea Pablo.
Corintios tercero en su mayoría se ocupa de la corrección de la interpretación
de los dos primeros libros, y es probable que haya sido escrito para advertir a
los herejes en cuenta.
1-Q:
Punto número uno va a un libro que no tienen ninguna evidencia existe. El
supuesto documento Q es un evangelio dichos hipotético que explicaría las similitudes
entre los tres evangelios sinópticos: Mateo, Marcos y Lucas. Su existencia fue
postulada por primera vez en 1900 por los estudiosos que tratan de comprender
la similitud entre los tres libros. Los tres evangelios compartir historias,
frases y citas directas, incluso uno con el otro. Algunos son entre dos libros
y algunos entre los tres, pero ningún libro contiene todas las similitudes.
Mark tiene más en común con Mateo y Lucas, pero hay partes de Mateo y Lucas que
no están en Marcos. Además, cada libro contiene piezas que se encuentran en
ninguno de los otros libros. Esto hace que para un tiempo difícil averiguar qué
fue primero, y por lo tanto, se hace referencia a los demás. A diferencia de
hoy no existía una tradición de dar referencias estrictas de origen cuando se
escribe. La hipótesis de Q afirma que no podría haber sido un cuarto evangelio,
que incluyó todos (o al menos las partes que faltan de la marca) de que el
material similar utilizado los tres evangelios. Este documento habría sido ampliamente
difundido en toda la Iglesia cristiana y siempre que el material de base para
los evangelios sinópticos. Cuando esta hipótesis se cae a pedazos no es sólo
que no tenemos una copia (parcial o completa) de este libro, pero no tenemos
ninguna referencia en absoluto a este evangelio misterioso en los primeros
escritos cristianos. El debate
hipótesis de Q es intensa en la beca para el día de hoy, con la construcción de
los estudiosos carreras, tanto en apoyo y en contra de su existencia.
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Los celtas al lector Cristiano
Se presume que los celtas existieron desde el año 2000 a.C.
(fin de la Edad de Bronce) y alcanzaron el culmen de nuestra cultura en la Edad
del Hierro.
En aquella época estaban divididos en dos grupos, los
primeros abarcaban Europa, desde el río Danubio, vivían de la agricultura y de
la artesanía y eran el grupo más pacífico de los dos; el otro grupo, los celtas
guerreros como los conocemos hoy, que venían de Los Balcanes y disponían de un
buen ejército.
Eran estos celtas guerreros los que conocemos por haber
saqueado Roma y Delfos, y por haber conquistado grandes partes de Europa.
Transmitierons su propidioma, costumbres y religión a los
pueblos de la zona conquistada.
Su territorio se extendía, en su época de mayor expansión,
desde el bajo Danubio hasta las Islas Británicas, desde España hasta el mar del
norte.
Los celtas guerreros eran conocidos por su caballerosidad,
su orgullo en la lucha y su ánimo, pero también por su sentido por la música,
la poesía y la filosofía. Los celtas fueron llamados Keltoi por los griegos, de los
cuales y gracias a su tradición escrita, parten casi todas las historias
referentes a nuestro pueblo.
Su memoria, se remonta hasta tiempos muy antiguos, la
tradición oral ha resistido el paso de los siglos, a pesar de que casi toda la
cultura céltica fue extinguida por los romanos desde César y, más tarde, por
los cristianos. Los Celtas han captado siempre la fascinación de
historiadores y arqueólogos, y sobre nosotros han corrido ríos de tinta.
Desarrollaron las denominadas culturas de Hallstatt y La
Tène.
La primera se manifestó en el primer período de la Edad
del Hierro.
Tomó el nombre de una localidad de la Alta Austria.
Se originó a partir de la Edad del Bronce, en donde el
hierro sustituyo al otro material en la fabricación de elementos como
espadas, puntas de lanzas, hachas, agujas, recipientes, cuchillos y puñales.
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La Tène es la cultura celta de la segunda Edad del Hierro
estructurada en tres o cuatro períodos.
Se desarrolló entre la Hallstatt y la conquista romana (450
a 50 a.C.).
Aquellos que comparieron esta civilización nos destacamos
por la elaboración de elementos como grandes espadas, escudos alargados,
grandes hebillas, fíbulas, construíamos nuestras fortificaciones en las cumbres
y acuñamos nuestra propia moneda.
Una característica que facilitó su dominio pero que, a la
vez, permitió la continuidad de su cultura, fue la ausencia de un verdadero
estado celta a causa de la primacía de las estructuras tribales y familiares.
Esta división nos hacía militarmente débiles ante invasores
bien organizados, como por ejemplo los romanos (a los que sin embargo les llevó
años conquistarlos ), paradójicamente sucedía lo contrario con las costumbres y
los valores, protegidos de influencias externas por los fuertes vínculos
parentales, en donde el clan estaba por encima de toda organización estatal, y
unificaba y cobijaba a sus miembros.
“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de
Dios, éstos son hijos de Dios”
(Rom. 8:14)
Cristianismo celta
El cristianismo llegó a la Britania
romana, la provincia más alejada del imperio,
en los primeros siglos de la era cristiana. El primer mártir recordado
fue San
Albano, que sufrió martirio durante la persecución de Diocleciano.
El proceso de cristianización se intensificó con la legalización del
critianismo bajo Constantino y su proclamación como
religión oficial del imperio. En 407, con los visigodosamenazando Roma, las legiones
romanas volvieron al continente para defender Italia. Roma fue
saqueada en 410,
pero las legiones nunca volvieron a Bretaña. La influencia romana desapareció
de la isla y Gran Bretaña fue abandonada a su suerte, lo que
llevó a que evolucionara de forma distinta al resto del occidente europeo.
El Mar de Irlanda se convirtió en un vehículo de
comunicación y cultura entre los pueblos celtas, y el critianismo jugará un
papel crucial en el proceso.
Lo que emergió, desde el punto de vista religioso, fue una
forma de Cristianismo Insular, con tradiciones y prácticas diferentes de las
del continente. En estos años, el cristianismo se extendió por Irlanda, pese a que la
isla esmeralda nunca había formado parte delimperio
romano, estableciéndose una organización única en torno a abadías y
monasterios, en lugar de a diócesis episcopales. En un primer momento, los
misioneros como San Patricio trataron de instaurar una
organización similar a la del resto del occidente, con diócesis y parroquias,
aunque también crearon "ciudades" (civitates), pequeñas comunidades
en que hombres y mujeres de ambos sexos, que muchas veces formaban sus propias
familias, vivían juntos y administraban un pequeño territorio.8
Desde finales del siglo V y
durante todo el siglo VI, los monasterios se convirtieron en los
principales centros del cristianismo:9 enArmagh, sede
fundada por el propio San Patricio, el obispo ya era abad antes de finales del
siglo V.10 Un
proceso similar parece haber tenido lugar en Gran
Bretaña, aunque los datos para este período son muy escasos; únicamente
contamos con el testimonio del monjeGildas,
relativamente sesgado por sus circunstancias personales. Las décadas centrales
del siglo VI parecen haber sido las del triunfo y consolidación definitiva del
monasticismo, sin duda influenciado por los desastres climáticos y la conocida
como Plaga de Justiniano.11 Aunque
la información que tenemos del período proviene de las hagiografías escritas
varios siglos después, parece ser que Illtud y sus discípulos David,
Gildas, Pablo Aureliano, Samson de Dol, y Deiniol fueron
las figuras claves de la época, no sólo en Gran
Bretaña, sino también en la Bretaña francesa
y en otras partes del mundo céltico. En Irlanda, Finnian de Clonard fue el maestro de los
conocidos como Doce Apóstoles de Irlanda en
su Abadía de Clonard. Por su
parte, la parte este de la isla de Gran Bretaña estaba sufriendo la invasión anglosajona, que aún
era completamente pagana, lo que llevó a cierta hostilidad entre ambas
culturas.
Durante los siglos VI y VII, los
monjes irlandeses fundaron numerosas instituciones monástica en la actual Escocia, como la
de Columba en Iona y en la Europa Continental, donde destaca la figura
de Columbanus.
Desde la Abadía de Iona, un grupo de monjes encabezados
por San Aidan fundaron
la sede de Lindisfarne en el reino anglosajón deNorthumbria en 635, lo que introdujo la
influencia celta en el norte de Inglaterra y
viceversa, puso en contacto a los pueblos celtas con otros grupos católicos.
Esto llevó a la aparición de disputas acerca de ciertas costumbres y
tradiciones del Cristianismo Insular, especialmente sobre el cálculo de las
fechas de la Pascua.
Se celebraron sínodos en Irlanda, Galia e Inglaterra donde
se debatió el método para calcular las fechas de la Pascua. Por otra parte, la
iglesia 'romana' adoptó el sistema de penitencia irlandés
de forma universal en el IV Concilio de Letrán en 1215.
En Irlanda al menos, el sistema monástico sufrió un proceso
de secularización a partir del siglo VIII,
como consecuencia de los lazos creados entre las familias más poderosas y los
monasterios. Las grandes abadías eran ahora ricos propietarios políticamente
influyentes, que participaban en los enfrentamientos seculares e incluso hacían
la guerra entre sí -en 764, tuvo lugar un enfrentamiento entre la Abadía de Durrow y Clonmacnoise que
se saldó con 200 bajas.
Desde los primeros tiempos del monacato, la naturaleza
familiar de los monasterios había implicado que hombres casados formaran parte
de la comunidad, trabajando en ella y con ciertos derechos, incluyendo los de
intervenir en la elección del abad. De hecho, en muchos de estas instituciones,
el cargo de abad se convirtió en hereditario, pasado de padres a hijos durante
generaciones13 En
la segunda parte del siglo VIII, los monasterios irlandeses vivieron un
resurgimiento de la tradición ascética, con
la aparición de los Ceilli Dé, los "clientes (vasallos) de
Dios", que fundaron nuevos monasterios en territorios apartadas de grupos
familiares.
San Juan Evagelista, miniatura del Libro de Mulling, finales
del siglo
VIII.
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